Saturday, July 12, 2008

SAUNAS

Hace unas semanas entré en el tedio nunca deseado y mucho menos esperado... y fué cuando viendo esas pequeñas revistas de publicidad, esas que siempre recibo a la entrada de algún café-bar pero que desecho como si mis padres, cuando yo tenía 14 años, estuvieran junto a mí, llamé a algún sauna famoso de la ciudad. Curioso; ese sauna del que siempre había oído.... el gran sauna gay, el de siempre y el mejor...
Así que pregunté qué valía la entrada y supe que había dos tarifas: una en donde tenía derecho a dizque las zonas húmedas y sociales y la otra que incluía recámaras para descanso. Escogí la primera con la incentidumbre de pensar que había escogido mal.... pero pronto comprobé lo contrario.....
(continuará)